¿A ti también te preocupa la grave situación de nuestro planeta?
Siempre es un buen momento para intentar integrar nuevos hábitos en nuestras vidas. ¿Te has propuesto aportar tu granito de arena y llevar una vida más sostenible?
Nosotros tenemos esa preocupación desde hace tiempo y, aunque siempre se puede hacer más, nos esforzamos por vivir de forma que perjudiquemos lo menos posible al medio ambiente. Aquí os contamos algunas de las cosas que hacemos, quizás os sirvan de inspiración.
El principio de las «tres R»
Uno de los principios básicos de la ecología es el principio de «las tres R», que corresponden a «reducir», «reutilizar» y «reciclar» (en ese orden). ¿En qué consisten exactamente?
Vamos con la primera «R»: ¿a qué se refiere lo de «reducir»? Pues a generar la menor cantidad posible de residuos. Por una parte, significa pensárselo dos veces antes de comprar cualquier cosa, con el fin de consumir tan solo lo que realmente necesitamos y que luego no acabe en la basura. Por otra, a minimizar la cantidad de envases y plásticos de un solo uso que utilizamos. En este sentido, hay que pensar, por ejemplo, en cómo hacían la compra nuestras abuelas: intentar comprar productos a granel o del mayor tamaño posible para evitar envases innecesarios. Y, por supuesto, llevar tu propia bolsa.
Nosotros comemos muchas ensaladas y recientemente hemos plantado espinacas, rúcula y unas lechuguitas muy monas. De este modo, no tenemos que comprar la cantidad de ensaladas en bolsa que consumimos frecuentemente. Y además de ecológico, es algo muy satisfactorio y alegra cualquier ventana. ¡Así que anímate!
Otra cosa que hacemos para reducir los plásticos en la cocina es usar tapas de silicona reutilizables, así minimizamos el uso de papel film. Vienen en muchos tamaños diferentes y encajan muy bien en los cuencos de Cantarico, como estos.
En cuanto a la segunda «R», reutilizar es también un factor clave para cuidar del medio ambiente: darles una segunda vida a los objetos evita consumir nuevos.
Nosotros, por ejemplo, restauramos muchos muebles de segunda mano, bien heredados o directamente comprados. Además de que es la opción más ecológica, nos gusta porque nos permite personalizarlos al máximo. De hecho, los que tenemos en nuestra tienda física son muebles antiguos que hemos restaurado nosotros mismos.
Por otro lado, al recibir los pedidos de Cantarico, habréis visto que también reutilizamos cajas de otras compras para evitar generar más residuos nuevos. Cada pequeño detalle cuenta.
Otras cosas que hacemos en casa es aprovechar envases y cajas como organizadores, por ejemplo. Tampoco tiramos los papeles con el primer uso y los usamos para hacer notas por la otra cara. Además, intentamos reparar las cosas que se rompen antes que comprar nuevas.
La tercera «R»: reciclar
En un último paso, los residuos restantes se separan y se reciclan. Además de los clásicos envases, vidrio y papel, ¡ojo con las pilas, las bombillas y el aceite usado! Este último, aunque parezca inocuo, es muy contaminante, así que no lo viertas por el desagüe. También se recicla en contenedores especiales.
Otra de las cosas que hacemos en casa es compostar los residuos vegetales. Para ello utilizamos una compostera o compostador, que es como una caja grande que tenemos en el jardín donde vamos tirando todos los restos de vegetales y, con la acción de los bichitos y las lombrices, se convierten en compost o humus de lombriz, el mejor abono que puedes regalarles a tus plantas. Pero no hace falta tener un jardín para ello, también puedes tener una versión pequeñita en el balcón (vermicompostera). ¡Incluso puedes hacerla tú misma!
Y por último, ¿sabías que la arcilla también se recicla? Pues sí, los restos que van quedando al darles forma a las piezas se van juntando y se hidratan formando una masa. Esta masa se deja secar hasta que tenga la consistencia necesaria y se amasa de nuevo para reutilizarla. Este barro es menos apto para el torno, así que suelo utilizarlo para crear tablas de servir o bandejas.
¿Te gustaría conocer en detalle cómo se elaboran las piezas en Cantarico? ¡Descúbrelo aquí!